Florece en una gran gama de colorido y tonalidades en cualquier estación del año.
Su cultivo debe ser en interior o en sitios sombríos en exterior y prefiere una atmósfera húmeda.
Es una planta perenne muy sensible al frío (no tolera temperaturas por debajo de los 10 ºC). Tiene una raíz tuberosa y tallos carnosos de color verde rojizo que alcanzan los 40 cm de altura.
Presenta hojas de color verde metálico con el borde dentado. Los riegos serán abundantes para que la tierra esté siempre algo húmeda pero sin encharcar.